Hablemos de la SOLEDAD.
Cuando estás de maniobras la unidad mínima de personal es el binomio, dos componentes que funcionarán como una sola arma, tú cubres la espalda de tu compañero y él cubrirá la tuya, tendréis la misma tienda de campaña en caso de que os entreguen una, o haréis un refugio de circunstancias ensamblando vuestros ponchos con los corchetes para tal fin. En el Ejército dos es uno y uno es cero, con ese dicho se resume todo. Pero en esos 15 ó 21 días de maniobras también se realiza la práctica de la soledad, normalmente 24 horas y ampliables a 48 horas si el mando lo cree oportuno, para simular por ejemplo la indeseable situación en la que un militar se queda aislado de los demás efectivos. Durante ese tiempo tendrás que subsistir incomunicado, hacerte el refugio con los medios que lleves en tu mochila (por ejemplo el poncho) y por supuesto alimentarte con la valiosa ración de previsión o combate. Una mañana se iniciará una marcha por las montañas en las que se irá repartiendo el personal a derecha, centro e izquierda de la línea de marcha, ordenándose una distancia mínima de 500 m entre alumnos y la prohibición de cualquier comunicación excepto en caso de emergencia. Todo el personal tiene un plano del lugar y brújula, se les dará las coordenadas del punto de reunión al que deberán presentarse cuando finalice el ejercicio y suele ser una ubicación intermedia entre los extremos resultantes del primer alumno repartido y el último.
Como en la AGBS se pasa francamente mal, suelo poner en todos los escritos el apartado de "la buena noticia" para compensar, y en lo referente a este tema no puede hacerse esperar más porque todo es bueno.
LA BUENA NOTICIA: que te dejen solo durante uno o dos días en la AGBS es lo mejor que te puede pasar, todo ese tiempo sin que nadie te grite y sin estar corriendo o andando cargado como un mulo es una bendición, así como poder dormir sin interrupciones con alarmas, marchas nocturnas o cualquier otro ejercicio.
IMPORTANTE: no estás de ocio en una acampada libre, así que tómatelo en serio y monta un refugio oculto o mimetizado con el entorno, en las horas de oscuridad procura hacer un pequeño agujero cónico donde colocar el hornillo de campaña para que su llama no se vea tan fácilmente desde lejos, si tienes que usar la linterna que sea con luz roja (la noche es para dormir) y en lugar de poner un cordel como tendedero para la ropa deberás usar los árboles y/o arbustos diseminando las prendas y disimulando su forma en lo posible. Los instructores no visitarán a cada uno de los cientos de alumnos, pero algunos sí pueden ser inspeccionados y quién sabe si te tocará a ti. Obviamente el fusil como siempre: jamás se separa de ti, jamás, ni para dormir, comer, asearte, sembrar un pino, etc.
APROVECHAMIENTO: este tiempo de soledad es una oportunidad valiosísima para recargar tus fuerzas y organizarte tras bastantes días de intensa actividad, por lo que propondré varios aspectos a tener en cuenta.
Tu principal lucha será contra las inclemencias del tiempo, estás en la montaña y además del frío nocturno tienes un elevado riesgo de que llueva (también graniza y en pleno invierno por supuesto que nieva), por lo que merece la pena invertir media hora en hacer una pequeña zanja perimetral en tu refugio para que canalice el agua y no entre a tu suelo. Abre una bolsa grande de basura para cubrir el suelo de tu refugio, coloca encima la esterilla y el saco, así tendrás mayor aislamiento y estarás tú y tu material mucho más limpio que sin el plástico.
LLUEVE: si has hecho bien el refugio no tienes nada que temer, mantén el saco de dormir seco y todo irá como la seda. Aprovecha la situación, es una gran ocasión para lavar esas mudas interiores (camiseta, calzoncillo y calcetines) que tienes en las mismas bolsas de cierre zip de cuando venían limpias, utiliza tu pastilla de jabón y después de frotar el tejido coloca las prendas en los árboles o arbustos para que vayan enjuagándose con la lluvia, en cuanto escampe las exprimes y dejas que se sequen colocadas en esas mismas plantas. En el supuesto de que no escampe o no te de tiempo para secar la ropa, siempre será mejor guardarlas en las bolsas zip húmedas pero limpias y no con todo el sudor y mugre fermentando. Recolecta agua de lluvia con una bolsa de basura (siempre llevarás de varios tamaños en tus mochilas) y utilízala para tu aseo personal que seguro necesitarás. También está la posibilidad de lavarte bajo la lluvia.
Por supuesto jamás cocines dentro del refugio con tus pastillas de combustible sólido, su humo es supertóxico, deberás
hacer un pequeño techo con una bolsa de basura adjunta al poncho o toldo que utilices como refugio, y con esa ventilación pero resguardo para la lluvia sí podrás usar tu hornillo de campaña.
NO LLUEVE: si previamente al ejercicio de soledad has recargado tus dos cantimploras y además la botella de 1 litro, considera utilizar 1/4 de litro de ese agua para tu higiene personal, sí, con solo 1/4 litro tendrás que realizarla, con la manopla mojada y un poco de jabón (conviene poca espuma) te das primero en la cabeza que tendrás con el pelo muy corto y luego te lavas el sobaco y entrepierna, exprimes y enjuagas la manopla y repites el proceso corporal pero sin jabón.
Para lavar la ropa interior mejor espera un momento adecuado cuando estés en el campamento y dispongas de petacas con agua o remolque aljibe donde recargar tus cantimploras, entonces utiliza la misma bolsa zip en la que venía limpia la ropa y en ella refriega las prendas con el jabón y agua, las exprimes y vuelves a meter en la bolsa pero esta vez con agua limpia, las enjuagas y vuelves a exprimir para finalmente ponerlas en los arbustos donde el viento y sol las secarán.
Si tienes la suerte de estar cerca de un arroyo, podrás hacer cómodamente las tareas de higiene personal y lavado de toda la ropa interior acumulada, sin consumir nada de tu agua potable. Si tu reserva de agua está mal, llena con agua del arroyo los recipientes que tengas vacíos y utiliza las pastillas potabilizadoras, una por cada litro y espera media hora para beberla.
Descansa en tu refugio, repón tus fuerzas, haz ahora esa sopa y café que te reconfortarán, tendrás tiempo para pensar en la familia, dar gracias a Dios por todo lo que te ha dado y encomendarte a la Virgen Inmaculada como patrona que es de la Infantería, porque en esa primera etapa de la AGBS todos sois infantes sin importar la especialidad posterior que cada cual tenga. Duerme plácidamente, nadie te interrumpirá, como mucho recibirás la visita de algunos jabalíes que pasen por allí pero que van a lo suyo y no te molestarán. Nunca tengas restos de comida cerca del refugio, y las latas de comida vacías y sus envoltorios los almacenas en una bolsa de plástico anudada para evitar al máximo que desprendan olor. Aunque estás solo, sabes que a 500 m tienes otro compañero, dispones de un silbato y también un fusil de asalto con munición, nada debe preocuparte.
Cuando termine el ejercicio y te dirijas al punto de reunión, espera a que amanezca y jamás inicies el camino sin la
suficiente luz natural, primero porque no te orientarás bien con la oscuridad y segundo porque el riesgo de accidentarte
es muy alto; desde que amanece hasta las 10 de la mañana que será la hora fijada para presentarse: tienes tiempo de sobra para llegar.
Has dormido, te has alimentado y lavado tranquilamente, has ordenado tu mochila y ahora vuelves a tener como mínimo una muda interior limpia; toda una recarga de energía que te facilitará continuar con las maniobras en condiciones óptimas.
Saludos.